15 noviembre, 2007

Comitán, punto de partida para excursionar (Chiapas)

Tips de aeroméxico No. 26 Chiapas / invierno 2002
Además de que está lindísima, la ciudad de Comitán es el mejor punto de partida para diversas excursiones.

Desde ahí se puede ir a:Las Lagunas de Montebello.Localizadas a 58 km de Comitán, estas lagunas son cadenas de antiguos cenotes que el tiempo ha formado a partir de la disolución de las rocas; el parque lo conforman 59 lagunas y lagos y una vegetación verdaderamente excepcional.

La zona arqueológica de Chinkultic, se encuentra a 48 km de Comitán y data del Clásico tardío maya. Tenam Puente. Situada en una antigua finca al sur de Comitán.

Tenam, en náhuatl, significa fortificación. Corresponde al Clásico y Postclásico y está construido sobre una montaña que domina la planicie comiteca.

Las cascadas de El Chiflón,a 35 km de la ciudad sobre la carretera Tzimol-Tuxtla; hay una imponente caída de agua de 120 m de altura rodeada por una bella vegetación.

El Parador Museo Santa María.Ubicada sobre la carretera a las Lagunas de Montebello. Espléndida hacienda cafetalera construida a principios del siglo XIX, donde puede quedarse a dormir, ya que está habilitada como posada. Cuenta con un excelente restaurante.

Fuente:
http://www.mexicodesconocido.com.mx/interior/index.php?p=nota&idNota=5116

La peregrinación de los tojolabales (Chiapas)

David Díaz Gómez. México desconocido No. 219 / mayo 1995

Vienen de los rincones más apartados de la selva, de los valles de Altamirano y de las Margaritas, de Comitán y de La Independencia. Traen consigo las banderas de colores, los tamborcillos cilíndricos y las cajas de madera con las imágenes del Padre Eterno; hombres, mujeres y niños visten sus mejores galas y llevan en sus manos las flores salvajes de los bosques.

Algunos han caminado dos, tres días casi sin comer y sin dormir, todo por la frágil salud de las cosechas y la estabilidad sagrada de las lluvias.

El final del viaje es el templo de la Trinidad y para allá avanza, en orden, lenta y kilométrica la peregrinación de los indígenas tojolabales, uno de los grupos étnicos más numerosos de Chiapas, pero también uno de los menos conocidos y estudiados del sureste mexicano.

Dicen los conocedores que la historia de esta etnia se puede resumir en la memoria del olvido. En su libro Los legítimos hombres, el antropólogo Mario Humberto Ruz señala que hasta 1982 existían únicamente 19 trabajos publicados y siete investigaciones inéditas sobre algún aspecto de la cultura tojolabal, y de éstos sólo ocho habían sido realizados en el presente siglo. En fin, poco es lo que se sabe de la historia de este grupo mayense marginado hasta por los mismos científicos sociales.

Una tradición oral rescatada por el investigador Arturo Lomelí González nos dice que los tojolabales eran originarios de la región de los Cuchumatanes, Guatemala, en donde convivían con los indígenas del pueblo chuje de San Mateo Ixtatán. Cuenta la leyenda que estos dos grupos hermanos se enfrentaron en una guerra a muerte por el dominio de unas salinas ubicadas en la región, episodio que finalizó con la derrota de los tojolabales que fueron expulsados con sus familias hacia los valles de Balún Canán, en donde actualmente se ubican los municipios de Comitán y Las Margaritas. Según la Agenda Estadística de Chiapas(1993), en la actualidad los tojolabales son 25 031 personas distribuidas, en un área de 5 000 km2 de seis municipios chiapanecos, en especial Las Margaritas.

Los antropólogos que se han acercado a este pueblo aseguran que la dispersión de los tojolabales en una zona geográfica considerable se originó porque durante siglos los frailes primero, y posteriormente los hacendados, distribuían a las familias entre las ricas fincas agropecuarias surgidas en esa fértil región para que trabajaran en las labores de peonaje. No hace mucho todavía era famoso el sistema de trabajo conocido como “baldío”, que de acuerdo con Lomelí González obligaba a los tojolabales a trabajar gratis, “de balde”, una de cada dos semanas laborales para “pagarle” al patrón la renta del predio que habitaban, pues sus comunidades eran consideradas como propiedad del terrateniente.

Establecidos en pequeñas colonias ubicadas en los fondos de los valles y la selva, los tojolabales son una etnia prácticamente inaccesible para los viajeros comunes. La mejor oportunidad para acercarse a ellos es durante las romerías que por motivos religiosos realizan durante el año, como la dedicada al Padre Eterno por la petición de lluvias que a nosotros nos tocó presenciar en el mes de mayo de 1994. Lostojol winikotik, los hombres legítimos como se autonombran, son muy afectos a realizar prolongadas peregrinaciones. En 1982, el antropólogo Mario Humberto Ruz describió la existencia de cuatro grandes romerías, entre las que sobresalía la que se realizaba a San Mateo Ixlatán, Guatemala, de donde supuestamente provienen los tojolabales. Otras romerías trascendentes eran las que se dirigían a Santo Tomás Oxchuc en abril y a San Bartolomé de los Llanos, hoy Venustiano Carranza, en el mismo mes. También es famosa la peregrinación en honor a Santa Margarita, patrona de la cabecera municipal de Las Margaritas, que todavía se lleva a cabo en el mes de julio.

Por motivos ajenos a los propios tojolabales, las romerías de este pueblo han entrado en decadencia y algunas han desaparecido casi en su totalidad: el endurecimiento de las autoridades migratorias guatemaltecas y la tensión sociopolítica que se vive desde hace ya muchos años en Carranza, Chiapas, han frenado las concentraciones tojolabales hacia esos puntos de su geografía religiosa. Sin embargo, hay una peregrinación tojolabal que ha crecido en importancia y número de participantes: es la dedicada a la Santísima Trinidad o Padre Eterno, que en su libro Algunas costumbres y tradiciones del mundo tojolabal, Arturo Lomelí considera como la más grande de todas y “a la cual asisten el mayor número de promeseros”.

Los festejos de la romería del Padre Eterno inician en abril, cuando los principales de las colonias sacan a la imagen de la Santísima Trinidad por los caseríos con el fin de recolectar limosnas y apoyos materiales para realizar la peregrinación al santuario de la Trinitaria. Los jerarcas nombran a los “caporales” que estarán a cargo de la dirección y seguridad de los caminantes y a los hombres que portarán los cofres con las imágenes y las banderas. Las colonias grandes mandan un caporal por cada 50 personas y ocho banderas; los asentamientos pequeños son representados sólo por dos lábaros.

Todos los grupos tienen rutas de viaje preestablecidas con puntos determinados en donde descansan, rezan y se unen con los otros contingentes. Hay peregrinos que provienen del sur de la selva lacandona y caminan hasta tres días; hay otros que sólo hacen unas horas de camino. Todos se congregan en el templo de San Caralampio, Comitán, en donde se preparan para la última jornada de 17 km que los llevará a las puertas de la iglesia del Padre Eterno, en el poblado de la Trinitaria.

La mañana del día 20 encontramos a los romeros tojolabales en la plaza del barrio de la Pila, en Comitán. Algunos han dormido a la intemperie, otros en espacios rentados en las casas de los barrios aledaños. Poco a poco se empiezan a reunir los integrantes de los respectivos contingentes y cada caporal se encarga de organizarlos para reiniciar la marcha. Entre los caminantes son pocos los hombres que conservan la camisa y el calzón corto de manta con los bordados tradicionales en el cuello y en las mangas. En cambio las mujeres, sin excepción, portan orgullosas sus atuendos típicos y lucen como arcoíris entre los grises atuendos mestizos de sus esposos. Las tojolabales son damas de porte elegante, gustan del turbante, del sombrero vaquero, de las botas y de las zapatillas de colores. El naranja, el celeste, el azul o el verde metálico predominan en sus blusas y faldas; traen pulseras, collares y aretes llamativos y algunos aseguran que los bordados de sus prendas identifican el lugar de origen de las poseedoras y también si son solteras o casadas.

Después de desayunar, los dirigentes de la peregrinación sacan las banderas y las cajas con las imágenes del Padre Eterno del interior del templo de San Caralampio, y con ellas inician el avance a la Trinitaria. Primero van los tambores 30 ó 40, pequeños y cilíndricos; después los cargadores con los cofres de las imágenes, y atrás caminan los abanderados y los peregrinos que llevan en sus manos flores comerciales y exóticas como la llamadajujilnichim, espolón de gallo y orquídeas. El contingente, de 500 a 1 000 tojolabales, desfila por la carretera federal 190; en las afueras de Comitán se le unen docenas de mestizos comitecos y margaritenses, humildes la mayoría y también devotos del Padre Eterno.

Durante el trayecto, don Isidro Aguilar, caporal de tojolabales del municipio de Comitán, nos aseguró que marchaban en la peregrinación indígenas procedentes de 35 lugares, y nos comentó que muchos otros pueblos de esta etnia no habían podido participar en la romería por la aguda situación político-social que se vive en ese momento en el estado de Chiapas. “Con toda seguridad, nos comentó don Isidro, en esta procesión caminan guerreros mayas que han enterrado por unos días las armas y los pasamontañas para darle paso a su fe original, campesina, y estar presentes en ese evento ancestral de la petición del agua”.

Son las dos y media de la tarde cuando el grueso contingente llega a las afueras de la Trinitaria. Ahí los esperan otros grupos que han arribado de por el rumbo de los lagos de Montebello. En la entrada poniente del poblado hay unas cruces frente a un árbol de tempisque, en donde por última vez descansan y rezan brevemente los caminantes.

El poblado de la Trinitaria, meta final de la romería, era conocido antiguamente como Zapaluta, y fue un punto importante para los viajeros porque ahí convergían los caminos principales de la zona: el de la selva, el de los altos, el de la sierra y Guatemala y el del valle del Grijalva. Desde tiempo inmemorial, los grupos indígenas de la región, los coxoh, los mam, los jacaltecos, los zapalutecos y, desde luego, los tojolabales han llegado períodicamente a este poblado a venerar a la Santísima Trinidad. Un dato sobresaliente de este evento es que los rezadores que dirigen las plegarias de las romerías no son jerarcas tojolabales sino un grupo de ancianos zapalutecos (tzentales) quienes, entre otros cargos, preparan los pormenores de la entrada al templo y rezan las oraciones especiales para la petición de lluvia.

Con la presencia del párroco del templo y de cientos de zapalutecos, los peregrinos abordan el tramo final de la caminata. En un llano utilizado como cancha de futbol se efectúa el saludo de las banderas. En una doble fila se forman los abanderados y una a una las van entrecruzando con las otras, y las besan con respeto y devoción. El cura bendice el acto simbólicamente y al mismo tiempo tocan el medio centenar de tambores presente en la fiesta, mientras un grupo de hombres disfrazados de seres del averno bailan, brincan y cometen travesuras entre los grupos de mestizos.

En ese momento las gordas y negras nubes que giraban sobre nuestras cabezas desde un par de horas antes, abren sus compuertas y la lluvia se precipita. Es una buena señal opinan los devotos; los simples mirones corren como locos buscando un lugar para guarecerse. Bajo el aguacero la marcha continúa y avanza por las estrechas calles del pueblo que parecen reventar por el empuje de un río de cientos de personas. La entrada al templo es un poco caótica pues la puerta es pequeña para contener a la avalancha de personas, pero afortunadamente no hay heridos o aplastados. Una vez adentro, los viajeros escuchan misa después de colocar las banderas a los lados del altar. Al final de los oficios religiosos cristianos se retiran los mestizos y únicamente permanecen los indígenas que, en pequeños grupos y dirigidos por los rezadores zapalutecos, entonan sus oraciones de petición de lluvia. Terminando las oraciones pasan de uno en uno a besar el altar en donde está colocado el Padre Eterno, prenden velas y se retiran dando espacio a otros romeros; así hasta bien entrada la noche.

De esta manera finaliza la peregrinación que los tojolabales realizan en mayo al templo del Padre Eterno en la Trinitaria, un evento que los reúne de manera masiva para efectuar la ancestral solicitud de lluvia a las alturas y la consumación de las cosechas. Al día siguiente, ya en desorden, cada grupo regresa como puede a sus comunidades. Han cumplido con la tradición y sólo les resta esperar la bondad de las fuerzas que gobiernan los mundos estelares.

Fuente:
http://www.mexicodesconocido.com.mx/interior/index.php?p=nota&idNota=6368

Historias de Comitán

Jorge Prior. México desconocido No. 337 / marzo 2005

Para este nuevo programa la riqueza de historias y lugares fue el principal reto, pues se trata de una región con tal variedad de posibilidades, que hallar un hilo conductor parecía difícil, pero pronto apareció un elemento simple que une y contrasta tan hermosa región: sus colores. El lugar es una paleta viva de imágenes fuertes e inolvidables, y en los sitios visitados siempre hubo colores que por su fuerza nos llamaron la atención y los caracterizaron.

EL AMARILLO DE COMITÁN
El eje de nuestro viaje fue la legendaria ciudad de Comitán, con una identidad muy propia y calles llenas de historias y personajes destacados. Por años estuvo casi aislada del resto del país y hasta hace muy poco las vías de comunicación eran difíciles y geográficamente distantes.Destaca su arquitectura, pues por el aislamiento de la ciudad todo se construyó con materiales de la región. La iglesia principal, dedicada a Santo Domingo, está pintada de un amarillo firme, que le da un gran carácter. Llama la atención la plaza del Barrio de La Pila, con una iglesia y La pila, un manantial que dio pie a la fundación de Comitán. Cuenta la historia que los primeros pobladores siguieron a un puma hasta aquí, donde el animal sació su sed. Al encontrar el manantial y percatarse de la conveniencia y belleza del sitio, lo eligieron para fundar aquí su ciudad.

La iglesia se construyó hasta el siglo XIX y está dedicada a San Caralampio, un santo que curiosamente no es católico, sino que pertenece a la Iglesia Ortodoxa. Un vecino de Comitán que conoció la vida del santo decidió encomendarse a su protección durante una terrible peste que asoló la zona, y resultó que él y su gente fueron de los pocos a quienes no les afectó la enfermedad. A partir de entonces los comitecos adoptarona San Caralampio y lo veneran con “el permiso” de la Iglesia Católica.

EL BLANCO DE TENAM PUENTE
La zona arqueológica de Tenam Puente –a sólo 15 minutos en el extremo opuesto del valle donde se encuentra la ciudad– es de origen maya. La forma en que se construyeron estas pirámides es distinta a la de otras regiones mayas y destaca el uso de una piedra blanca que en bloques bien cortados se ensamblaron minuciosamente paraedificar el centro ceremonial.El blanco de las pirámides, visto contra el verde de la maleza, le da un carácter ceremonial muy efectivo. También constatamos las características acústicas del lugar: en la plaza principal una persona en el centro, hablando sin levantar la voz, puede hacerse escuchar a una buena distancia, hacia lo que quizá fue un enorme graderío.

LOS AZULES Y ESMERALDAS DE MONTEBELLO
El impresionante conjunto de lagunas de Montebello está a una hora de Comitán. Aquí empieza el camino a la selva de Chiapas y es también parte de la frontera con Guatemala. Las lagunas son famosas por sus multicolores, aunque predominan las tonalidades azul y esmeralda. La paleta es cambiante en dependencia de si está despejado el cielo, de la hora, la profundidad de cada laguna, la flora que contiene, pero de cualquier forma los colores son firmes y ahí están, siempre reclamando su belleza. Las lagunas son un gran espectáculo, cerca de diez se pueden visitar de manera sencilla, aunque en realidad son más de 50.

COPANAGUASTLA Y CONETA
Comitán se encuentra en una zona alta y templada. Ha sido parte de la vía que une a México con Guatemala, pero antes de que existiera esta ruta, en el siglo XVI los dominicos decidieron intentar una primera, el llamado Camino Real, que iba por las partes bajas, donde construyeron los templos que servirían de estaciones, aunque sólo quedan algunas ruinas. Los mejor conservados son Copanaguastla y San José Coneta. Las áreas cálidas resultaron propicias para las enfermedades y pronto fueron abandonadas, por lo que se prefirieron las rutas por zonas más templadas, la Ciudad Real –San Cristóbal– y Comitán.El esplendor de los templos dominicos aún se puede apreciar. Copanaguastla es una iglesia inmensa que seguro fue pensada para acoger a una gran ciudad. Coneta es una construcción más pequeña y de ella sorprende el templo que se encuentra sólo a mitad de unos enormes llanos donde nada compite con él, lo cual da pie a imaginar cómo fueron encontrados estos lugares en el siglo XVI poraquellos atrevidos sacerdotes y arquitectos.

LAS TRANSPARENTES AGUAS DE COLÓN
A hora y media de Comitán hacia la zona cálida y en camino a la frontera se encuentran las cálidas aguas de los lagos de Colón, otra serie de lagunas que llaman la atención, sobre todo por la transparencia de sus aguas. Desde la superficie se pueden ver con claridad los fondos, aunque en su conjunto son de un color verde claro, con un tinte un poco amarillento, muy característico. En medio de estos lagos se encuentra la zona arqueológica de Lagartero.

EL VERDE CHIFLÓN
Chiapas tiene agua por todos lados, pero sus ríos, lagunas y manantialesmuestran personalidades muy propias, ninguna de sus aguas son iguales, cada una tiene un color específico. Si se pone atención se recordarán los lugares por los colores y tonalidades; las cascadas de El Chiflón no escapan a esta definición, es unrío de un verde opaco, grisáceo, de gran belleza. Actualmente es un balneario que lo lleva a uno de sorpresa en sorpresa, pues a medida que se asciende la montaña las cascadas son más bellas e impresionantes. Así, hasta llegar a la más alta, llamada Velo de novia, donde a uno le golpea el chiflón que se forma al estrellarse el agua que cae contra la montaña y la poza, mientras el viento envuelve el cuerpo y el rostro de los visitantes refrescándolos del esfuerzo hecho en el ascenso.

DE REGRESO A COMITÁN
Estas visitas a los coloridos lugares mientras realizábamos el documental siempre regresaron al eje de la ciudad de Comitán. En una de esas noches templadas, antes de descansar, pudimos escuchar la marimba municipal en el quiosco de ver bailar a varios comitecos. Unas marimbas tocadas a ocho manos, emitiendo melodías con la sonoridad de las maderas tropicales, todo con gran entusiasmo y calidad. Y claro, cobijados por la música y color de Chiapas continuamos la plática con los lugareños, que nos ilustraban con las variadas, increíbles y multicolores anécdotas e historias de Comitán. Por algo es la tierra de escritores de la talla de Rosario Castellanos y Jaime Sabines.

Fuente:
http://www.mexicodesconocido.com.mx/interior/index.php?p=nota&idNota=5082

Comitán de las Flores (Chiapas)

Jaime Bali. Tips de Aeroméxico No. 26 Chiapas/invierno 2002

Asomarse a Comitán de las Flores sin conocer su historia representa un riesgo que todo viajero que se respete no debe correr. Es obligado saber que esta bella ciudad fue fundada en el siglo XVI por Pedro Portocarrero, y que bien podría haber sido, hasta nuestros días, la capital del estado. Aunque la historia y el curso del tiempo le quitaron a Comitán ese privilegio, lo cierto es que acumuló otros galardones gracias a una serie de hechos emparentados con aquello que Alejo Carpentier llamó lo real maravilloso.

Y es que las calles y casas de Comitán atesoran miles de historias que han quedado atrapadas entre sus patios y muros. Cada uno de los acontecimientos fueron transformando su identidad, una identidad que había conservado por muchos años los aires del mundo guatemalteco. Conventos y haciendas establecidos por los religiosos le dieron a la región, conocida también como La Frailesca de Comitán, el impulso necesario para convertirse en un centro agropecuario de gran importancia.

Fue así que al iniciarse el siglo XIX, Comitán era una ciudad en la que ya tenían lugar fiestas y tertulias animadas por la música de los pianos que la gente presumía a sus escasos visitantes. Todavía hoy la ciudad recuerda, como ocurre en aquellos lugares que hacen de la memoria una devoción, la primera vez que rodó sobre sus calles un automóvil; el día que los comitecos disfrutaron de la magia del cinematógrafo asistiendo a la primera gran gala de cine, y la llegada de exploradores, biólogos, arqueólogos, entre los que se cuentan hombres tan distinguidos como Frans Blom y Oliver la Farge, quienes vinieron atraídos por la cultura de los mayas. Fue en esta ciudad, cuya estampa nos hace pensar en un tiempo que transcurre en los patios, en los cuartos y en las cocinas de las casas, atrapado para siempre por la ausencia de relojes inquietos, donde vivió sus años de infancia Rosario Castellanos, y donde se nutrió de la prosa y de los versos macerados con las voces de la ciudad y las comidas del campo, con los compases de la música interpretada al piano y con la presencia festiva de orquestas, poetas y actores que al terminar la primera mitad del siglo presenciaron el arribo de las primeras brigadas de constructores que hicieron posible la Carretera Panamericana, símbolo del encuentro con la modernidad. Comitán esperaría hasta 1959 para tener su primera línea telefónica, y hasta 1963, en plena efervescencia del rock and roll, su primera estación de radio.

Por todo esto y más, al llegar hoy a Comitán, aún los que no conocen su historia se dan cuenta de que en esas calles, en esas casas, en sus patios y jardines, todavía hoy está presente el aire inconfundible que le viene de aquellos días.

Fuente:
http://www.mexicodesconocido.com.mx/interior/index.php?p=nota&idNota=5108#

Un rito de sabores, la cena en Comitán



Nayelli Dijard. Once noticias. 15 de julio del 2005

Es frontera con Guatemala y uno de los sitios con más tradición en el arte del sabor.

Aquí en Comitán de Domínguez la noche se antoja más porque el aire se respira dulce y salado, aroma propio de los antojitos típicos. “Que yo recuerde tenía yo como unos seis años cuando ya se hacían las cenas comitecas”, comentó Gloria Ruíz, del Café Gloria.

Lo que todos llaman huesitos, enormes chamorros acompañados de pikles, el pan compuesto y las chalupas, se sirven en los lugares tradicionales de cenas comitecas que únicamente abren de noche, pero en donde desde muy temprano, a puerta cerrada, empieza la labor.

“Requiere de muchas manos, mucho tiempo, nosotros desde la mañanita estamos trabajando para poder atender a la gente que viene en la noche”, explicó Jesús Cruz, del Café Gloria.

Zanahoria, col rallada con vinagre y un toque dulce es el aderezo de carne de puerco y pollo deshebrados que se sirven sobre una tortilla o el famoso pan compuesto, unos bollos tiernos horneados a la leña.

“El pan compuesto es hecho aquí, nada más en Comitán es hecho ese pan y lo preparamos con frijoles, salsa, queso y repollo y pikles”, concluyó Ruiz.

En la cena comiteca hay para todos los paladares, lo dulce es un pastel de queso cubierto de coco al natural, casi siempre recién rallado.

Como rito sagrado, la noche en Comitán es noche de antojitos que no han cambiado la sazón de hace muchas décadas atrás.

Fuente:
http://oncetv-ipn.net/noticias/index.php?modulo=despliegue&dt_fecha=2005-07-15&numnota=2

Orgullo de Comitán la Casa de Belisario Domínguez


Nayelli Dijard. Once Noticias. 18 de julio del 2005

Es ejemplo de la arquitectura comiteca del siglo XIX, una casa que en sus amplios muros, teja roja y techos de manta pintada habla de la historia de Comitán y la vida del doctor Belisario Domínguez.

Por sus pasillos corrió en la infancia, años después, a su regreso de París donde se graduó como médico partero y oculista, Belisario Domínguez ejerció aquí su profesión.

De esa época, la primera sala es una reproducción fiel de la botica ubicada al lado del consultorio y comunicada sólo por un buzón a través del cual el doctor Belisario, pasaba las recetas a su boticario don Manuel Pinto con indicaciones precisas. “Le ponía r, un real, r punto, dos reales y r guión era un tostón o a su cuenta, dependiendo del estatus económico del paciente”, explicó Hermilo Aranda, director de la Casa Museo Belisario Domínguez.

Tanto fue el amor de don Belisario Domínguez por la medicina y su tierra, que cuentan iniciaba consultas antes de la siete de la mañana. Desde el zaguán hasta dar vuelta a la esquina los pacientes hacían fila y él sólo paraba un momento la larga jornada. “Al medio día tomaba como sustento alimenticio una cerveza llamada malta nutrina, alemana, con dos blanquillos”, recordó Aranda.

El jardín también emana su presencia, siguen ahí las plantas que él prefería. “Dentro de ellas se encontraban plantas de olor como la hierbabuena, perejil, cilantro, chiles que serían condimento en la preparación de las comidas”, concluyó el director de la Casa Museo Belisario Domínguez.

Sus iniciales bordadas en hilo dorado, las hojas suelas y el periódico El vate donde denunció la miseria y atraso que vivía su Chiapas, el discurso original que en tribuna no pudo pronunciar, pero que hoy es palabra de orgullo y libertad y sus libros en francés se conservan en esta casa comiteca, valiosa por su estructura pero sobre todo por quien la vivió.

Fuente:
http://oncetv-ipn.net/noticias/index.php?modulo=despliegue&dt_fecha=2005-07-18&numnota=26

Chiapas su naturaleza y su gente

Omar Abrego. El Universal. 24 de septiembre de 2007

Muy lejos quedó el momento histórico en el que viajar a Chiapas estaba dedicado a los extranjeros que llegaban a apoyar el movimiento zapatista.

Hoy el estado se encuentra cada vez más sólido, mejor comunicado, y para muestra está la carrerera que une Tuxtla Gutierrez con San Cristóbal de las Casas, sus puentes gigantes, su buena señalización y también el nuevo aeropuerto de la capital.

Pero más allá de la nueva forma de recibir turistas y personas de negocios sus habitantes y las comunidades donde viven se han tenido que adaptar al viajero que encontró en los libros, revistas y periódicos un paisaje repleto de costumbres diferentes, de formas de vestir exóticas y de una gran cantidad de sabores que se mezclan, como las música y las culturas reunidas en el cañón del Sumidero, o tal vez tan contrastaste como los azules de los lagos de Montebello, donde se junta México con Guatemala.

Este lugar es perfecto para iniciar la crónica, un sitio fuera de lo común. El color de sus aguas puede ser tan diferente como las razas humanas que las observan, pero finalmente siempre será el color azul.

Es aquí donde los habitantes de ambos lados de la frontera se ayudan para que los turistas la pasen bien. Los guías llevan a los viajeros "de compras" al otro lado para adquirir chicles de cardamomo. En ocasiones no se en qué país se está, porque algunos guatemaltecos preparan comida mexicana... tal vez a razón de una de esas historias de amor divididas por la frontera fusionada, donde el mexicano es el afortunado de vivir en el edén, en un lugar llamado Chiapas.

Comitán las historias

Gerardo Esquivel. El Universal. 10 de julio de 2005

Histórica y tranquila son dos palabras que definen perfectamente a Comitán. Quien la visite tiene que saber que este rincón del estado cercano a Guatemala le tendrá preparada una buena dosis de historias por escuchar y revivir.

Conocida como La Frailesca de Comitán y Comitán de las Flores, fue fundada en 1527 por el español Pedro Portocarrero. Para los chiapanecos es un sitio de alto valor histórico, pues aquí fue firmada el Acta de Independencia de Chiapas en 1824, fecha que marcó el auge e incremento de su arquitectura colonial y provinciana.

Y es que en las calles y las casas de de Comitán se atesoran cientos de historias que han quedado atrapadas entre sus patios y muros de cantera y ladrillo. Conventos y haciendas establecidos por religiosos dominicos, le dieron a la región el impulso necesario para convertirse en uno de los centros agropecuarios más importantes del la frontera sur de México.

Dicharachera y respetada
Al iniciarse el siglo XIX, ya era una ciudad donde cabían las fiestas populares y las tertulias animadas por la música de pianos, muy al estilo de Tlacotalpan, en Veracruz.

Todavía hoy algunos comitecos recuerdan con gusto cuando por primera vez cruzó entre las calles un automóvil; o el día que vivieron la magia del cinematógrafo por dos pesos la tanda de tres películas; que decir cuando se inauguró la primera carretera que unía a la entidad con la capital a mediados de los años 50.

De igual forma, Comitán esperaría hasta 1959 para tener su primera línea telefónica y olvidarse del telégrafo. Es hasta 1963, en plena efervescencia del rock and roll y el inicio de la beatlemanía, que las ondas hertzianas entrarían a las casas del pueblo con su primera estación de radio.

Tierra de personajes ilustres
Fue en esta ciudad donde vivió sus años de infancia la notable escritora Rosario Castellanos. Aquí se nutrió de la prosa y los versos regionales, de las voces de sus habitantes, de las comidas del campo, los compases de la música interpretada al piano, así como de la presencia festiva de orquestas, poetas y actores.

Uno de los sitios imperdibles al visitar el pueblo es precisamente el Centro Cultural Rosario Castellanos.

Construido en los años 30, en un antiguo convento dominico. El patio principal alberga un busto en honor a la escritora. En el recinto se imparten con un taller de marimba y otro de textiles tradicionales. Hay que considerar dos obras de arte, la primera es un mural de la historia comiteca realizado por Rafael Muñoz López y la otra es el Juguetón, un homenaje al juguete popular mexicano.

Otro sitio que no puede dejar de acudir es el teatro de la Ciudad Junchavín. Este imponente edificio, construido en un estilo neoclásico muy propio del porfiriato. Un incendio acabó con él en 1940, fue restaurado y se tornó en cine. En los años 80 fue nuevamente readaptado como teatro de la ciudad y con el agregado Junchavín; actualmente se ha convertido en el principal foro artístico comiteco con una capacidad para 450 espectadores.

Visitar Comitán es respirar y recodar aquellos días en los que no cabía ni el automóvil, ni el teléfono, o el cine. Pero donde hoy los comitecos complacidos no dudaran en contárselo a usted.

Fuente:
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=23157&tabla=articulos

Escondites de la selva

Gerardo Esquivel. El Universal. 10 de julio de 2005

La carretera estatal que va de Tuxtla Gutiérrez a Comitán, a la altura del kilómetro 53, resguarda escondido en una de las paredes de la selva el parque natural El Chiflón, uno de los más portentosos en el estado de Chiapas.

Se trata de un conjunto de tres cascadas ocultas entre montañas y ríos de agua color azul turquesa en invierno, y color chocolate en verano debido a las lluvias.

El Chiflón, operado por comunidades rurales como Venustiano Carranza, Tzimol y La Trinitaria, se ubica cerca de Socoltenango, también conocido como la Mesilla. Por 20 pesos por vehículo y 60 pesos por autobús, su entrada al mini paraíso está garantizada.

A subir mil 200 metros
Para llegar al mirador principal, tendrá que emprender un ascenso de mil 200 metros de forma escalonada bordeando el río San Vicente. Pero antes, una primera parada: la cascada Suspiro, la cual tiene una caída de 10 metros de altura, se encuentra en los primeros 200 metros del recorrido.

La siguiente cascada es Ala de Ángel. Con sus 15 metros altura y una elevación de 550 metros sobre el nivel del mar, el espectáculo natural va cada vez incrementándose de tono con una caída que produce 100 mil pies cúbicos de agua por segundo.

Después de subir y subir cerca de 600 escalones, el premio final se encuentra cada vez más cerca. El susurro del agua se hace más fuerte, al igual que el golpeteo del chorro con la roca de la montaña.

Ante nuestros ojos se erige la cascada Velo de Novia, que con sus 120 metros de altura y 20 metros de largo, es una de las más altas de México. Esta maravilla natural produce 302 mil pies cúbicos de agua por segundo.

La fuerza del agua puede sentirse aún más de cerca al subir hacia un mirador que se ubica a tan sólo 10 metros de la cascada. La experiencia de sentir con arrojo el agua y ser bañado por este líquido virgen ha valido la pena la visita.

Con tirolesa
Otro de los atractivos que cuenta El Chiflón es una tirolesa de más de 30 metros de largo que cruza el cañón de las cascadas con una elevación de mil metros sobre el nivel del mar. Sólo es posible hacer uso de ellos los fines de semana.

Fuente:
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=23151&tabla=articulos

En lo alto de la selva chiapaneca

Gerardo Esquivel. El Universal. 10 de julio de 2005.

Para quienes gustan de caminar y disfrutar de exóticos paisajes selváticos, el centro ecoturístico Las Nubes, ubicado a 126 kilómetros de Comitán, tiene lo que todo vacacionista con espíritu aventurero busca: senderismo a través de la selva, natación en río con aguas color turquesa, rappel y zona para acampar.

Se trata de otro de esos lugares chiapanecos privilegiados por la naturaleza, escondido en la cima de una montaña, de ahí proviene su nombre: Las Nubes.

Para llegar hay que pasar por algunas comunidades tzeltales con nombres religiosos como Jerusalén, Belén y Natividad.

Después de tomar la carretera Panamericana 190 y posteriormente la Fronteriza del Sur, con muchas, pero muchas curvas, se llega hasta este exótico destino.

En lo alto de la selva
El recorrido por el centro está integrado en dos etapas, primeramente una visita a la cascada Santo Domingo, que baja del río del mismo nombre. Los amantes de la fotografía ?se darán vuelo? disparando desde el puente colgante Las golondrinas, cuya extensión es de 22 metros de largo a una altura de 15 metros.

La travesía ahora se encamina hacia las entrañas de la selva por dos senderos a escoger, Selva y Loma Bonita. En ellos escuchará y verá a monos saraguato y aullador columpiándose entre ceibas, cedros y caobas. Si tiene suerte, podrá ver parvadas de guacamayas, golondrinas, tucanes y quetzales.

El clima tropical de la zona, integrada por más de 100 hectáreas de extensión, es a su vez habitat de víbora nauyaca, jaguar, tapir y puma.

Mientras más nos acercamos a la cima, advertimos algunas fracturas geológicas en las paredes verticales de la montaña. Aquí podrá adentrarse en dos cuevas que tienen más de 900 años de existencia.

La meta está cerca: el mirador Las Margaritas. Desde este punto se puede apreciar la magnitud del río Santo Domingo y el conjunto de más de 10 cascadas que lo integran. Quien lo desee, puede bajar más de 100 metros a rappel.

Hacia Miramar
A una hora de Las Nubes se encuentra otro de los paisajes acuáticos que no puede desaprovechar, la laguna Miramar, una isla de agua dentro de una densa selva húmeda.

La observación cuidadosa del entorno permite admirar las mil y una maneras en que los seres vivos se enfrentan al reto de la supervivencia: los enormes árboles que atrapan la luz y el agua y crean sombra para los otros organismos; plantas como las lianas y enredaderas que los usan como soportes y entretejen su existencia a la de ellos en busca de luz; orquídeas de colores y formas atrayentes para los insectos polinizadores; y bromelias que almacenan agua y se convierten en condominios aéreos.

Fuente:
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=23150&tabla=articulos

Katina de la Vega: Revive poblados chiapanecos

Gerardo León. El Universal. 13 de octubre de 2005

Pese al desastre ocurrido en otras áreas del estado, Comitán y San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, lucen renovadas fachadas luego de un proceso de restauración en el que se rescataron técnicas ancestrales, para mantener el color, las texturas y los detalles característicos de las construcciones de la región.

En la tarea, que realizó el Patronato Chiapas, presidido por la urbanista Katyna de la Vega, se aplicó pintura hecha con base de baba de nopal y se emplearon ciertos métodos de restauración en los que participaron los habitantes de los poblados.

"Hace 14 años empezamos con la intención de concientizar a la gente de Comitán y de otras regiones chiapanecas, para que valorara su pasado y su presente. El procedimiento consistió en explicarles desde lo que es realmente un centro histórico, para que así denominaran a la parte central de su poblado, hasta hacerles ver la importancia de los monumentos en conjunto con la vivienda de su región", explica De la Vega.

Pisos, techos, columnas, pasajes, ventanas y muros han tomado una nueva y colorida imagen con la que los vecinos han quedado satisfechos y, a la vez, demuestran un gran interés por conservarla.

"Esto ayuda en muchos sentidos y, sobre todo, ha propiciado una reactivación de la economía, las tradiciones y los valores locales; es como volver a formar los vínculos sociales, porque nos hemos vuelto muy impersonales. Por eso buscamos muchos lugares para convivir, como el andador, las plazas, los jardines... y estas áreas deben estar bien diseñadas, para que la gente se reúna nuevamente", describe la urbanista. En la restauración se introdujo un sistema de cableado subterráneo, para eliminar la molesta presencia de las instalaciones de luz que empañaba el atractivo aspecto de las avenidas y de las fachadas de las casas.

"Somos como médicos que detectan en dónde le duele a la ciudad y, en el caso de San Cristóbal y Comitán, nos empezamos a cuestionar por qué había tantos conflictos de vialidad, por qué se estaba deteriorando un barrio, por qué había tanta basura, y estudiamos la forma de solucionar estos problemas", agrega la especialista.

Cabe destacar que este interesante y loable trabajo de restauración le valió a Katyna de La Vega ser ganadora del Premio Iconos del Diseño, en su primera edición, en la categoría de arquitectura de exteriores.

El reconocimiento, de carácter internacional, lo otorga la editorial Condé Nast y la revista Architectural Digest.

Fuente:
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=45135&tabla=nuestromundo

Vive los museos de México

Notimex. El Universal. 21 de marzo de 2007.

Un total de mil 107 museos de diferentes dimensiones, diversas funciones y temas existen en todo México.

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En la mayoría de los casos, el contenido es variado e incluye lo mismo piezas arqueológicas, vestuarios y muebles antiguos, que ingenios tecnológicos viejos o recientes.En importancia numérica, después de los comunitarios, se ubican los museos de artes plásticas (pintura y escultura de procedencia colonial, moderna o contemporánea) ; los museos de sitio, pequeñas áreas arqueológicas prehispánicas y edificios de valor histórico con bienes muebles antiguos.También figuran los museos de historia, relacionados con figuras relevantes de la historia nacional, regional o local (Hidalgo, Morelos, Juárez, Zapata, Madero, etcétera) . Los objetos en exhibición son muebles, ropa, libros, documentos y manuscritos.

Uno de los recintos de esta última categoría de mayor atractivo por su riqueza documental es la Casa Museo Belisario Domínguez, de Comitán, Chiapas.Cuatro de sus cinco salas contienen cartas manuscritas, postales y fotografías del joven estudiante de medicina radicado en París, las cuales podrían integrar un grueso volumen de correspondencia y servir como base documental para una novela o un libro biográfico.

Fuente:
http://www.eluniversal.com.mx/articulos/38787.html