Oscar Bonifaz
“En nuestro lenguaje nativo, la palabra “Tachilgüil” la podemos traducir como: revoltillo, revoltura. De ahí que la idea primaria, cuando solicitaron mi colaboración para el Boletín lmaginARTE a Comitán (“una publicación con alma”), fue volcar en la brevedad de una página los temas mas disímbolos posibles. Así principié; pero a los cuatro o cinco números, ya se habían publicado algunos rasgos de nuestro muy peculiar humor comiteco. Eso gusto a los lectores, ¿por qué?; la respuesta es inmediata: porque, sin proponérmelo, yo estaba dando a beber a los comitecos, agua de su propio chocolate.
Nacionalmente somos reconocidos por nuestro muy particular buen humor, (porque también hay malos humores, ¿no?). Comitán es un pueblo ingenioso, alegre; un pueblo que con suma facilidad puede pasar de la melancolía a la carcajada. Un privilegio diría yo. No es el pueblo de mujeres plañideras y hombres mustios que se duelen a perpetuidad por alguna pequeña ampolla que nos suela ofrecer el día y, ya se dijo: las moscas no van donde está el tonel de vinagre, acuden donde se encuentra la gotita de miel.
En una ocasión, don Antonio Guillén me disparo una pregunta a quemarropa:
- Quiero publicar sus Tachilgüiles, ¿me da permiso?
- ¡Claro que sí, don Antonio! aquí están para usted y para quienes quieran saborear algunas gotitas de miel comiteca.
Un chiste, un cuento, nunca le pertenece a nadie; son una creación colectiva y yo lo único que he hecho es oír, anotar y, en algunas ocasiones, modificar o transformar y, ahora, dejarlo aquí.
Total que yo soy un ingrediente más del sabroso Tachilgüil comiteco.” (Presentación del autor)
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BONIFAZ, Oscar. Tachilgüil. Comitán: imagin ARTE, 2002.
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