Ramiro Gordillo García, Eugenio Cifuentes Guillén, César Gordillo Vives y Armando Alfonzo Alfonzo.
Para el grupo de entusiastas comitecos, esas temporadas representaba lo que ahora, guardando las debidas proporciones, son las vacaciones de Semana Santa que mucho mexicanos de la clase media y la media alta pasan en lugares tales como Veracruz, Acapulco, Puerto Vallarta, Las Hadas, Cancún, etc.
[…]
Las actividades en Uninajab consistían en bañarse, nadar, pasea, jugar por las tardes y noches y descansar. La cacería y la pesca eran actividades de los niños, los jóvenes y algunos varones de edad madura. La convivencia familiar y de grupos de familia era muy estrecha y placentera, todo ello dentro de un bello entorno y un agradable clima; la comida era abundante y muy sabrosa. Todo esto le confería al lugar un especial encanto.
Al facilitarse el acceso, casi todo esto se perdió. Uninajab está allí, intacto, prácticamente, pero ahora es casi imposible que vuelvan a reunirse 25 ó 30 familias que convivan una “temporada” de dos a cuatro semanas, durante el mes de abril. El progreso material ha modificado profundamente nuestro modo de vida y nuestra escala de valores. De aquellos felices tiempos nos queda, solamente, la nostalgia. Es por ello que cuatro niños de las décadas treinta y cuarenta hemos condensado parte de nuestros recuerdos y la felicidad asociada a ellos, que nos dejó Uninajab, en una serie de relatos impregnados de añoranza y que enseguida ofrecemos a nuestros amables lectores. […]” (Fragmento de la introducción)
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ALFONZO ALFONZO, Armando; et ál. Uninajab. La feliz niñez. 1991.
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