Para quienes gustan de caminar y disfrutar de exóticos paisajes selváticos, el centro ecoturístico Las Nubes, ubicado a 126 kilómetros de Comitán, tiene lo que todo vacacionista con espíritu aventurero busca: senderismo a través de la selva, natación en río con aguas color turquesa, rappel y zona para acampar.
Se trata de otro de esos lugares chiapanecos privilegiados por la naturaleza, escondido en la cima de una montaña, de ahí proviene su nombre: Las Nubes.
Para llegar hay que pasar por algunas comunidades tzeltales con nombres religiosos como Jerusalén, Belén y Natividad.
Después de tomar la carretera Panamericana 190 y posteriormente la Fronteriza del Sur, con muchas, pero muchas curvas, se llega hasta este exótico destino.
En lo alto de la selva
El recorrido por el centro está integrado en dos etapas, primeramente una visita a la cascada Santo Domingo, que baja del río del mismo nombre. Los amantes de la fotografía ?se darán vuelo? disparando desde el puente colgante Las golondrinas, cuya extensión es de 22 metros de largo a una altura de 15 metros.
La travesía ahora se encamina hacia las entrañas de la selva por dos senderos a escoger, Selva y Loma Bonita. En ellos escuchará y verá a monos saraguato y aullador columpiándose entre ceibas, cedros y caobas. Si tiene suerte, podrá ver parvadas de guacamayas, golondrinas, tucanes y quetzales.
El clima tropical de la zona, integrada por más de 100 hectáreas de extensión, es a su vez habitat de víbora nauyaca, jaguar, tapir y puma.
Mientras más nos acercamos a la cima, advertimos algunas fracturas geológicas en las paredes verticales de la montaña. Aquí podrá adentrarse en dos cuevas que tienen más de 900 años de existencia.
La meta está cerca: el mirador Las Margaritas. Desde este punto se puede apreciar la magnitud del río Santo Domingo y el conjunto de más de 10 cascadas que lo integran. Quien lo desee, puede bajar más de 100 metros a rappel.
Hacia Miramar
A una hora de Las Nubes se encuentra otro de los paisajes acuáticos que no puede desaprovechar, la laguna Miramar, una isla de agua dentro de una densa selva húmeda.
La observación cuidadosa del entorno permite admirar las mil y una maneras en que los seres vivos se enfrentan al reto de la supervivencia: los enormes árboles que atrapan la luz y el agua y crean sombra para los otros organismos; plantas como las lianas y enredaderas que los usan como soportes y entretejen su existencia a la de ellos en busca de luz; orquídeas de colores y formas atrayentes para los insectos polinizadores; y bromelias que almacenan agua y se convierten en condominios aéreos.
Fuente:
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=23150&tabla=articulos
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